Cada mes de agosto, el mundo se une para celebrar el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, una fecha dedicada a honrar las culturas, lenguas y conocimientos ancestrales de las comunidades indígenas en todo el planeta.
Este día, proclamado por las Naciones Unidas en 1994, no solo reconoce la rica herencia cultural de los pueblos indígenas, sino que también se visualizan los desafíos que enfrentan en su lucha por la preservación de sus tierras, derechos y formas de vida. Por ello, es importante recordar la historia de esta celebración y los retos y logros que marcan su camino hacia un futuro más justo y equitativo.
Tabla de Contenidos
9 de agosto: Preservando la conexión entre la tierra, la historia y la comunidad
Esta fecha conmemora la primera reunión de la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías en 1992, marcando un hito en el reconocimiento de los derechos y la identidad de los pueblos indígenas.
El propósito de esta conmemoración es destacar la importancia de preservar las culturas indígenas, abarcando aspectos como el arte y la propiedad cultural. En 2011, el secretario general Ban Ki-moon enfatizó el valor de celebrar las historias y culturas indígenas mientras se fortalece el respeto por sus derechos y aspiraciones.
La relevancia del Día Internacional de los Pueblos Indígenas también responde a la realidad de la marginación y violación de derechos que enfrentan estos grupos a nivel global. De hecho, la Constitución de 1991 en Colombia marcó un avance significativo al declarar el país como multicultural y proporcionar un marco legal para proteger a las comunidades indígenas.
Además, este año la ONU destacará la importancia del derecho a la educación para los pueblos indígenas, apoyándose en instrumentos como la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas, lo que establece que los pueblos indígenas tienen el derecho de crear y gestionar sus sistemas e instituciones educativas, que proporcionen enseñanza en sus propios idiomas y de acuerdo con sus métodos culturales de aprendizaje.
Este enfoque se alinea con el Objetivo 4 de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, que busca garantizar el acceso igualitario a todos los niveles educativos y la formación profesional para las personas vulnerables, incluidos los pueblos indígenas.
En este contexto, el Ministerio de Educación Nacional considera crucial establecer un diálogo intercultural con las autoridades indígenas, el cuál permitirá reflexionar sobre los avances más significativos en la mejora de la calidad y relevancia de la educación, así como en la concertación del Sistema Educativo Indígena Propio.
Representación de los pueblos indígenas en el mundo y en Colombia
Los pueblos indígenas representan una diversidad cultural y social a nivel mundial, con una presencia en 90 países y una población de 476 millones de personas. Estos grupos mantienen tradiciones y modos de vida únicos, conservando conocimientos y prácticas ancestrales que contrastan con las culturas dominantes en sus respectivas sociedades.
Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en el país residen aproximadamente 1.392.623 indígenas, distribuidos en 87 pueblos plenamente identificados. Estas comunidades no solo incluyen grupos nativos como los Tayronas y Quimbayas, sino también personas de otros países como Ecuador y Perú. Por su parte, en Colombia, existen 710 resguardos indígenas titulados, ocupando cerca del 29,8% del territorio nacional, lo que subraya la importancia de estas tierras para la identidad y la autonomía de estos pueblos.
La conmemoración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas es un reconocimiento a la lucha de estos grupos por el respeto de sus derechos y una oportunidad para destacar la urgencia de garantizar su bienestar y sostenibilidad cultural.
Morada Ancestral como herencia y esencia de nuestros antepasados
Morada Ancestral se distingue por su profundo respeto y homenaje a las raíces culturales y gastronómicas de Colombia. Inspirado en las tradiciones ancestrales, el restaurante se convierte en un puente que conecta el pasado con el presente, ofreciendo una experiencia culinaria auténtica y significativa.
La cocina del restaurante se fundamenta en la herencia de culturas como la Calima y la Wayúu, destacando ingredientes y técnicas que han sido transmitidas de generación en generación. Aquí, cada plato es un tributo a la autenticidad y la riqueza de estas tradiciones, permitiendo a los comensales experimentar la historia y el patrimonio de la región en cada bocado.
La reverencia a la Pachamama, o Madre Tierra, es una parte integral de la filosofía de Morada Ancestral; esta se refleja no solo en la selección de ingredientes locales y sostenibles, sino también en el diseño del restaurante, que utiliza materiales naturales y una paleta de colores que evocan los tonos de la tierra, creando un ambiente acogedor y armonioso, que invita a los visitantes a reconectarse con la naturaleza y la cultura.
Como se mencionó anteriormente, Morada Ancestral celebra la cultura Wayúu, tanto a través de su menú, como de su ambiente. Los sabores y técnicas culinarias de esta comunidad indígena se destacan en los platos, mientras que el arte adorna el espacio, creando un espacio que celebra y respeta la herencia cultural.
Tribus indígenas: Las raíces del pueblo colombiano
Entre estas comunidades, el pueblo Wayú destaca por su presencia tanto en Colombia como en Venezuela, habitando la península de La Guajira. Los Wayú, que representan el 20% de la población indígena en Colombia, hablan mayoritariamente wayuunaiki y una parte se comunica en castellano; manteniendo tradiciones como los matrimonios con acuerdos políticos y económicos.
Los Pastos, se encuentran principalmente en la región de Nariño. Con una población de aproximadamente 55,739 personas, los Pastos han perdido en gran medida su lengua original debido a influencias culturales externas, pero mantienen una fuerte conexión espiritual con la tierra, reflejada en rituales.
Los Emberá, conocidos como Chocó, habitan diversas áreas que incluyen ríos, montañas, selvas y costas. Con más de 68,000 miembros distribuidos en Colombia, Panamá y Ecuador, los Emberá preservan su lengua waunaan y prácticas culturales como el jaibanismo, una cosmología que valora el contacto con los espíritus de la naturaleza.
Otras comunidades notables incluyen a los guambianos, organizados en grupos patrilocales y dedicados a la agricultura; los Arhuacos, quienes han diversificado sus actividades económicas hacia la producción de café; y pueblos amazónicos como los Ticuna y Nukak Maku. Cada uno de estos grupos aporta una perspectiva única y una riqueza cultural invaluable, subrayando la necesidad de preservar y fortalecer estas comunidades como parte integral del patrimonio humano.
El corazón de Morada Ancestral a fogón de leña
En el restaurante, el fogón de leña es mucho más que un método de cocción; es el corazón de nuestra cocina y un símbolo de nuestra dedicación a la tradición y autenticidad. Este fogón, único en su clase en Cali, permite a nuestros chefs infundir cada plato con un sabor ahumado inconfundible, que evoca la esencia de las antiguas cocinas colombianas.
El uso del fogón de leña nos permite trabajar con ingredientes locales de manera que resalten sus cualidades naturales, transformándolos en platos que combinan la simplicidad con la sofisticación. Cada preparación en nuestro fogón de leña no solo celebra los sabores tradicionales, sino que también refleja nuestro compromiso con la sostenibilidad y el respeto por la naturaleza.
Al elegir este enfoque, en Morada Ancestral creamos una experiencia culinaria que invita a nuestros comensales a un viaje sensorial a través del tiempo y las raíces de la cultura colombiana.
Pueblos indígenas y biodiversidad: Una conexión inigualable
Estos pueblos han desarrollado sistemas de producción que respetan y preservan la biodiversidad, como el ‘sistema milpa’ en Mesoamérica, donde el cultivo de maíz se complementa con otras especies, creando ecosistemas que optimizan el uso de recursos naturales como el agua, la luz. y los nutrientes del suelo.
La sabiduría indígena en el manejo de la tierra ofrece lecciones valiosas para enfrentar la crisis de biodiversidad global. No se trata solo de incrementar la reforestación, sino de adoptar un enfoque integral que incluya la reducción de residuos, la minimización de la contaminación y un uso más racional de los recursos naturales.
Sin embargo, las comunidades indígenas enfrentan desafíos significativos, a pesar de su riqueza en recursos naturales y culturales. El informe de la FAO destaca la paradoja de que estas comunidades, ricas en biodiversidad, a menudo viven en condiciones de pobreza con acceso limitado a servicios públicos.
Esta situación subraya la necesidad urgente de reconocer y apoyar los derechos de los pueblos indígenas, no solo por su bienestar, sino también por el papel esencial que desempeñan en la protección de la biodiversidad y la mitigación del cambio climático.
De esta manera, Morada Ancestral no es solo un restaurante; es un agente de cambio comprometido con la responsabilidad social y ambiental. Utilizando ingredientes locales y prácticas sostenibles, cada experiencia gastronómica refleja nuestro compromiso con un mundo más equitativo y sostenible. Aquí, descubrimos una fusión única de autenticidad culinaria y responsabilidad, ofreciendo una experiencia que va más allá del placer de comer.