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Mes del patrimonio en Cali: Un viaje por la memoria y la cultura de la región

Cada septiembre, Colombia dedica un mes entero a la celebración y reflexión sobre su patrimonio cultural. Desde 1997, el Ministerio de Cultura ha promovido esta iniciativa para subrayar la importancia de conservar y divulgar las riquezas culturales que forman parte del acervo nacional. A nivel nacional, el Mes del Patrimonio es una oportunidad para reconocer y valorar la diversidad cultural de las diferentes regiones del país, cada una con sus propias tradiciones, costumbres y legados históricos.

Tabla de Contenidos

En la vibrante ciudad de Cali, septiembre se transforma en una ocasión especial para celebrar el rico patrimonio cultural. El Mes del Patrimonio en Cali no solo se enfoca en la historia y las tradiciones locales, sino que también promueve actividades y eventos que buscan fortalecer el sentido de identidad y pertenencia entre los caleños. A través de exposiciones, talleres, y eventos culturales, los residentes y visitantes tienen la oportunidad de explorar y apreciar la herencia que hace única a esta ciudad.

Memoria histórica y lugares de recuerdo en Cali

La historia de Santiago de Cali se remonta al 25 de julio de 1536, cuando el conquistador español Sebastián de Belalcázar fundó la ciudad en su ubicación original cerca de Vijes y Riofrío. Sin embargo, fue el capitán Miguel Muñoz, bajo las órdenes de Belalcázar, quien reubicó la ciudad en el sitio actual, donde se celebró una misa en lo que hoy es la Iglesia de la Merced. Durante la época colonial, Cali formó parte de la Gobernación de Popayán y, aunque fue inicialmente la capital, esta función fue transferida a Popayán en 1540.

El desarrollo de Cali durante los siglos XVII y XVIII estuvo marcado por la presencia de haciendas que ocupaban gran parte del territorio, las cuales se dedicaban principalmente a la ganadería y al cultivo de caña de azúcar. Estas haciendas dieron origen a los actuales barrios de la ciudad, como Cañaveralejo y Meléndez, entre otros. A medida que la ciudad crecía, también lo hacía su importancia como epicentro del suroccidente colombiano.

Sitios de memoria en Cali: De su fundación a su consolidación

En Cali, varios lugares se destacan por su valor histórico y cultural, contribuyendo a la memoria colectiva de la ciudad. Por su parte, el Monumento a Sebastián de Belalcázar es un símbolo de la fundación de la ciudad y ofrece una vista panorámica del valle del Cauca. Mientras que, el Cementerio Central, por su parte, es un testimonio de las diferentes épocas de la historia de Cali, albergando tumbas de personajes ilustres y monumentos que reflejan el arte funerario de distintas épocas.

El Museo La Tertulia, anteriormente conocido como Museo de Arte Moderno La Tertulia, es otro de los sitios clave para la memoria cultural de Cali. Este museo se dedica a la preservación y exposición de arte moderno y contemporáneo, con una colección significativa de obras gráficas de artistas americanos y colombianos. La Tertulia no solo es un espacio para el arte, sino también un punto de encuentro para reflexionar sobre la identidad cultural de la región.

Conexiones entre el patrimonio de Cali y el Valle del Cauca

El patrimonio cultural de Cali está profundamente entrelazado con el del Valle del Cauca, conformando una rica red de influencias mutuas que abarcan desde la gastronomía hasta la música y las tradiciones. Esta región, con su diversidad geográfica y cultural, ha sido el escenario de un intercambio constante entre sus comunidades, enriqueciendo el legado cultural de la ciudad y sus alrededores, albergando tres regiones llenas de cultura:

  • En la región plana del Valle del Cauca, que se extiende entre las cordilleras Central y Occidental, se encuentran ciudades y municipios como Santiago de Cali, Palmira, Buga y Tuluá. Esta área es conocida por su fertilidad y su variada producción agrícola, que incluye cultivos de caña de azúcar, plátano y cacao. La riqueza agrícola de esta región ha influido significativamente en la gastronomía caleña, con ingredientes frescos y locales que forman la base de muchos platos tradicionales. Además, las técnicas culinarias y las recetas se han transmitido entre las comunidades rurales y urbanas, creando un patrimonio culinario compartido.
  • La región montañosa o cordillerana, caracterizada por sus cimas y estribaciones, también juega un papel crucial en la cultura de Cali y el Valle del Cauca. En municipios como Yotoco, Restrepo y Trujillo, la producción de café es abundante y de alta calidad, lo que ha contribuido a la tradición del café en la vida cotidiana de Cali. Las danzas y tradiciones heredadas de las comunidades que habitan estas zonas montañosas también han llegado a la ciudad, siendo parte esencial de celebraciones y festividades.
  • La región costanera o del Pacífico, centrada en el municipio de Buenaventura, aporta una riqueza cultural inigualable a Cali. La influencia afrodescendiente es notable en la música, la danza y la gastronomía de la ciudad. Ritmos como la salsa y el currulao, originarios del Pacífico, resuenan en las calles de Cali, y las tradiciones de pesca y cocina de mariscos de Buenaventura se reflejan en los menús de muchos restaurantes locales.

Pero lo que realmente une a estas regiones es la gente: las comunidades indígenas y afrodescendientes que han mantenido vivas sus tradiciones, las familias que han compartido sus costumbres y todos aquellos que han contribuido a que Cali sea lo que es hoy. Las danzas, las festividades, los sabores y los ritmos de esta región siguen presentes en cada rincón de la ciudad, recordándonos que el patrimonio de Cali es un reflejo de la diversidad y la riqueza cultural del Valle del Cauca.

Tanto si eres un visitante curioso como un orgulloso caleño, explorar estas conexiones te permitirá descubrir que el patrimonio de Cali no solo se encuentra en sus monumentos o museos, sino en la vida cotidiana de su gente, en los sabores que disfrutas, y en los ritmos que hacen vibrar la ciudad. Es un legado compartido que sigue evolucionando, enriquecido por las voces y manos de todos aquellos que llaman a esta región su hogar.

Arte urbano: Un lienzo vivo que cuenta la historia de la ciudad

El arte urbano en Cali se ha convertido en una poderosa herramienta para preservar y reinterpretar el patrimonio cultural de la ciudad. A través de murales y grafitis, los artistas locales han logrado plasmar la esencia de la “Sucursal del Cielo” en cada esquina, creando un museo al aire libre que invita tanto a visitantes como a locales a explorar su rica identidad.

Arte urbano en cali

Los murales y grafitis en Cali no solo son manifestaciones artísticas, sino también un reflejo de los caleños, esa mezcla única de historia, cultura y cotidianidad que define a la ciudad. Uno de los festivales más destacados en este ámbito es “Graficalia, colores de vida”, donde artistas urbanos de diferentes comunas se unen para crear obras que resaltan la identidad caleña. Frases como “Sin arte no hay guaguancó” y “Que todo el mundo te cante” son ejemplos de cómo la salsa, uno de los ritmos más emblemáticos de Cali, se ha inmortalizado en los muros de la ciudad.

Artistas como Santiago Arango y David Bustos han llevado la cultura popular a las calles, inspirados en la salsa, mientras que Diego Salas ha rendido homenaje a los vendedores ambulantes con su obra “Los pregones de mi barrio”, ubicada en el barrio Agua Blanca. Estos murales no solo embellecen la ciudad, sino que también narran historias cotidianas que conectan con la vida de sus habitantes.

Rutas de arte urbano: Descubriendo la historia a través de los muros

Cali cuenta con diversas rutas de arte urbano que se han convertido en paradas obligatorias para quienes desean explorar la ciudad desde una perspectiva diferente. La Avenida Sexta con Calle 13, famosa por su vida nocturna y su pasión por la salsa, es uno de estos espacios donde el arte urbano celebra la vida y la cultura popular caleña. El mural “¡Gozate la sexta, vé!“, surgido en la séptima versión del Festival Graficalia, es un homenaje al alma caleña y su entorno.

Además, el Museo Libre de Arte Público de Cali (MULI) es otro de los tesoros culturales de la ciudad. Este museo al aire libre cuenta con 389 piezas expuestas en puentes, estaciones de transporte público, jardines y parques, convirtiendo a Cali en un lienzo gigante que invita a propios y visitantes a redescubrir la ciudad a través del arte.

Artistas locales y su contribución: Colores que cuentan historias

El festival Graficalia ha sido una plataforma importante para artistas urbanos como Diana Segovia, quien ha plasmado refranes de los abuelos en el barrio Agua Blanca, o Alejandro Paz, quien reinterpretó la bandera de Cali a través de aves endémicas. Cada mural es una pieza del rompecabezas que forma la identidad caleña, desde los dichos populares hasta la biodiversidad que enriquece la región.

Incluso artistas extranjeros, como “Ratoncio” de Uruguay, han encontrado en Cali un lienzo perfecto para expresar la calidez y alegría de sus habitantes, aportando una mirada fresca al concepto de caleñidad.

La riqueza del arte urbano en Cali no solo reside en su capacidad para embellecer espacios, sino también en su función de recuperar el espacio público y devolverlo a la comunidad. Es un arte que habla de la historia, de las luchas, de la diversidad y de la esperanza de una ciudad que, a través de sus murales, se reinventa y se muestra al mundo.

El mes del patrimonio en Cali es una oportunidad para recorrer estas rutas de arte urbano, conocer a los artistas detrás de estas obras y apreciar cómo cada pincelada contribuye a preservar la historia y la cultura de la ciudad. Es un llamado a redescubrir Cali, no solo como la Capital de la Salsa, sino también como un epicentro del arte y la cultura popular.

De la mano de la salsa: Currulao y bambuco en el corazón cultural de Cali

Currulao y bambuco

Cali es conocida en todo el mundo como la capital de la salsa, pero su riqueza cultural va mucho más allá de este icónico ritmo. Las danzas tradicionales, como el currulao y el bambuco, forman parte esencial del patrimonio cultural de la ciudad, conectando a sus habitantes con sus raíces afrodescendientes e indígenas.

El currulao, con sus tambores y marimbas, es una expresión vibrante que refleja la herencia africana del Pacífico Colombiano. Este baile no solo es un espectáculo visual, sino también una manera de narrar la historia de un pueblo que ha luchado por preservar sus tradiciones en medio de la modernidad. Por su parte, el bambuco, una danza de origen indígena y mestizo, destaca por sus movimientos suaves y elegantes, simbolizando la conexión profunda con la tierra y la naturaleza.

Estas danzas son una manifestación viva de la identidad caleña, un recordatorio constante de las diversas influencias culturales que han moldeado la historia de la región. Al celebrarse en eventos como el Encuentro Nacional e Internacional de Danzas Folclóricas Mercedes Montaño, tanto el currulao como el bambuco encuentran un espacio para brillar, fortaleciendo la identidad cultural de la ciudad y manteniendo vivo un legado que trasciende generaciones.

En el contexto del mes del patrimonio, estas danzas tradicionales adquieren un protagonismo especial, invitando a locales y visitantes a explorar la riqueza cultural de Cali más allá de la salsa. Son una ventana al pasado y al presente, un símbolo de la resistencia y creatividad de un pueblo que, a través de la danza, sigue contando su historia.

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Grupos y artistas que mantienen viva la tradición en Cali

  • Herencia de Timbiquí: Fundada en 2000 en Cali, es un destacado grupo de folk colombiano que fusiona el sonido tradicional de la marimba de Chonta, los cununos y el bombo folclórico con una orquesta moderna. Con 11 músicos en su formación, cinco de ellos oriundos de la región de Timbiquí, Cauca, el grupo celebra la herencia afrocolombiana y mantiene vivas las raíces del currulao.
  • Grupo Niche: Fundado por Jairo Varela y Alexis Lozano, se trasladó a Cali en 1983 y se convirtió en un referente internacional de la salsa. Con álbumes como Llegando al 100% y A prueba de fuego, el grupo ha ganado numerosos premios y su legado sigue siendo una parte integral del patrimonio musical caleño.
  • Guayacán Orquesta: Radicada en Cali, es dirigida por Alexis Lozano y ha sido una fuerza influyente en la salsa colombiana. Conocida por sus innovaciones en el género, la orquesta ha contribuido significativamente al desarrollo de la salsa en la región.
  • Julián y su Combo: En los años 60, liderado por el guitarrista zurdo Julián Angulo Ponce, comenzó a amenizar las noches en el Hotel Intercontinental Cali. Su tema Las Caleñas son como las Flores se convirtió en un importante referente en la salsa caleña.
  • The Latin Brothers: Con la voz de Piper Pimienta Díaz, popularizó la canción Las Caleñas son como las Flores, convirtiéndose en un himno de la salsa caleña tras su lanzamiento inicial por Julián y su Combo.
  • Fruko y sus Tesos: Liderado por el bajista Julio Ernesto Estrada Rincón, lanzó el álbum Tesura en la década del 70. Esta agrupación, originaria de Cali, ayudó a consolidar la salsa en la región con éxitos como El Preso.
  • Octava Dimensión: Inicialmente conocida como Sonora Juventud, la orquesta se renombró en la década del 70. Fundada por Santiago Mejía, la agrupación alcanzó la preponderancia y tuvo el honor de alternar con la Fania All Stars en un mítico concierto en 1980.
  • Orquesta Matecaña: Establecida en Cali, Orquesta Matecaña ganó popularidad con la canción La Voz de Mamá, que se convirtió en un éxito de la feria de Cali en 2012.

El Patrimonio cinematográfico y literario de Cali

En los años setenta, en una Cali inmersa en el tumulto de la guerra contra el narcotráfico y los movimientos contraculturales, un grupo de amigos cinéfilos decidió transformar su pasión por el cine en un fenómeno cultural. Así nació Caliwood, un movimiento que no solo revolucionó el cine colombiano, sino que también estableció a Cali como la cuna del cine nacional.

Este grupo de visionarios, integrado por Luis Ospina, Andrés Caicedo, Carlos Mayolo y Ramiro Arbeláez, fundó la revista Ojo al Cine, que se convirtió en un referente del análisis cinematográfico, inspirado en la influencia francesa de Cahiers du Cinema, sus películas, como Oiga, vea y Agarrando pueblo, ofrecieron una visión íntima y crítica de la realidad caleña, desafiando las convenciones del cine tradicional y de la representación de la miseria. La mirada fresca y auténtica de Caliwood rompió con los esquemas preestablecidos, llevando el cine colombiano a nuevas alturas y convirtiéndose en un modelo a seguir para futuras generaciones de cineastas.

Eventos cinematográficos en Cali: Fomentando la Cultura

El Festival Internacional de Cine de Cali (FICCALI), creado en 2009, es una celebración anual del cine que busca promover y difundir tanto el trabajo local como el internacional. Este festival no solo presenta una rica variedad de películas, sino que también realiza procesos de formación en distintos espacios culturales de la ciudad, como el Museo La Tertulia y la Universidad del Valle. El FICCALI es un testimonio del compromiso de Cali con el cine y su papel como plataforma para la creatividad y la innovación en el séptimo arte.

Por otro lado, la Feria Internacional del Libro de Cali (FIL Cali), que se celebra cada año en el Bulevar del Río, es un evento al aire libre que se ha convertido en un importante punto de encuentro para los amantes de la lectura. Con entrada libre y gratuita, la FIL Cali ofrece un espacio para la promoción de la lectura y la formación de nuevos lectores.

Durante esos días, el evento transforma el corazón de la ciudad en un vibrante centro cultural, donde los ciudadanos pueden explorar una amplia gama de libros, participar en actividades literarias y disfrutar de una experiencia enriquecedora sin barreras de acceso.

El rol de las comunidades afrodescendientes en el patrimonio de Cali

Las comunidades afrodescendientes han desempeñado un papel fundamental en el desarrollo cultural de Cali, aportando una rica herencia que se refleja en múltiples aspectos de la vida caleña. La influencia afro se manifiesta en la música, la danza y las festividades que configuran la identidad cultural de la ciudad. Ritmos como la salsa, que tienen sus raíces en la influencia afro, han tomado un lugar central en la vida musical caleña. Las danzas tradicionales y las festividades, como el Festival Petronio Álvarez, celebran y preservan la rica tradición afrocolombiana, haciendo de Cali un punto de referencia en el Pacífico colombiano.

Cali alberga barrios con una notable influencia afrodescendiente, como San Antonio y el Distrito de Aguablanca. San Antonio, con su arquitectura colonial y su vibrante vida cultural, refleja la mezcla de tradiciones afrodescendientes con la historia local. Por otro lado, el Distrito de Aguablanca es conocido por ser un importante núcleo de comunidades afrodescendientes, donde la vida cotidiana y el patrimonio cultural se entrelazan en una vibrante demostración de identidad y resistencia. Estos barrios no solo destacan por su historia, sino también por su contribución continua a la cultura caleña.

Entre las personas relevantes e influyentes se encuentra Patricio Romano Petronio Álvarez Quintero, nacido en Buenaventura, Valle del Cauca. Es una figura central en la historia de la música afrocolombiana y un pilar fundamental en la identidad cultural de Cali. 

La relevancia radica en su habilidad para capturar la esencia del currulao y otros géneros tradicionales afrocolombianos, que se convirtieron en el corazón de su repertorio musical. Desde joven, mostró su pasión por la música cantando y tocando la guitarra mientras vendía empanadas de cambray, un reflejo de su conexión íntima con la cultura de su región. 

Canciones como “Mi Buenaventura” se han convertido en himnos populares que celebran y preservan el patrimonio cultural de la región. La relevancia de Álvarez no solo se encuentra en su habilidad musical, sino en su contribución a la identidad cultural caleña y afrocolombiana, haciendo de su legado un componente esencial de la memoria y la cultura de la región.

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El Papel de las comunidades indígenas en la identidad caleña

Septiembre en Cali no solo marca un momento para reflexionar sobre el legado cultural de la ciudad, sino también para reconocer y celebrar la profunda influencia de las comunidades indígenas en nuestra identidad caleña. Este mes del patrimonio se convierte en una oportunidad única para explorar y valorar el papel crucial que estas comunidades han desempeñado en la configuración de la cultura y la vida cotidiana de Cali y sus alrededores.

El Valle del Cauca es hogar de una rica diversidad de comunidades indígenas que han dejado una huella indeleble en la región. Entre ellas se encuentran los Embera Chami, los Nasa o Páez, los Wounaan, los Pasto, los Yanaconas y los Inga. Cada uno de estos grupos aporta sus propias tradiciones, idiomas y formas de vida, enriqueciendo el tejido cultural del Valle.

  • Embera Chami: Distribuidos en varios municipios, incluyendo Tuluá, Calima Darién y Sevilla, los Embera Chami son conocidos por su impresionante habilidad en la elaboración de artesanías y su profunda conexión con la naturaleza.
  • Nasa o Páez: Están presentes en Cali y otras áreas del Valle, siendo reconocidos por su resistencia histórica y su lucha por la preservación de su lengua y territorio.
  • Wounaan: Ubicados principalmente en Buenaventura y Sevilla, los Wounaan se destacan por su arte y sus prácticas ceremoniales tradicionales.
  • Yanaconas: Localizados en Alcalá, han mantenido vivas sus prácticas culturales a través de generaciones.
  • Inga: En Buenaventura, los Inga son un ejemplo de resiliencia cultural y espiritualidad.

Morada Ancestral: Un reflejo del patrimonio caleño​

El mes del patrimonio en Cali es una ocasión especial para explorar y celebrar la rica herencia cultural de la región, y el restaurante Morada Ancestral se erige como un punto de referencia esencial en esta conmemoración. Este establecimiento no solo ofrece una experiencia gastronómica, sino que también actúa como un testimonio viviente de la historia y las tradiciones que configuran la identidad de Cali y el Valle del Cauca.

Morada Ancestral es más que un restaurante; es un homenaje a las raíces culturales que han dado forma a la región. Su enfoque se basa en preservar y resaltar las tradiciones culinarias y patrimoniales que han sido transmitidas a lo largo del tiempo. 

Cada plato servido en Morada Ancestral es un reflejo de la herencia cultural, evocando las raíces históricas y la fortaleza de las generaciones que han forjado el presente. El diseño y la decoración de Morada Ancestral están inspirados en elementos patrimoniales que evocan la rica historia de Cali y el Valle del Cauca. 

El uso de materiales tradicionales como el fique en la decoración y el arte refleja la historia local, creando un ambiente que celebra la herencia cultural de la región. Cada rincón del restaurante está diseñado para sumergir a los visitantes en una atmósfera que honra las tradiciones y el legado cultural de la comunidad.

La importancia de preservar el patrimonio de Cali y Colombia

La preservación del patrimonio cultural en Cali enfrenta numerosos retos en la actualidad. El rápido desarrollo urbano y la globalización amenazan con diluir las tradiciones y la identidad local. Las presiones de la modernización y el cambio en las dinámicas sociales pueden llevar a la pérdida de prácticas y conocimientos ancestrales, haciendo esencial el esfuerzo consciente por mantener viva nuestra herencia cultural.

Para abordar estos desafíos, se han puesto en marcha diversas iniciativas y proyectos tanto a nivel gubernamental como privado. El gobierno local, junto con organizaciones culturales y comunitarias, trabaja para proteger los sitios históricos, fomentar la educación sobre el patrimonio y apoyar a los artesanos locales.

Proyectos de restauración y programas educativos están en marcha para asegurar que las futuras generaciones conozcan y valoren su legado cultural. Además, empresas y ciudadanos están desempeñando un papel crucial en este esfuerzo, contribuyendo con sus recursos y conocimientos para mantener vivas las tradiciones.

En este contexto, Morada Ancestral ejemplifica cómo desde los restaurantes se puede jugar un papel fundamental en la preservación y difusión del patrimonio cultural. Al ofrecer una experiencia que celebra la gastronomía y el arte local, el restaurante no solo enriquece el panorama cultural de Cali, sino que también fomenta una conexión más profunda entre la comunidad y su historia. Este tipo de compromiso ayuda a mantener viva la identidad cultural y ofrece a los visitantes una ventana a la rica herencia de la región.

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